MISTERIOS FEMENINOS EN LA TORAH - SARAH IMEINU, LA PRINCESA

                      La Divina Femenina de la Vida y la Espiritualidad también está presente en la Torah y demás textos sagrados del Pueblo de Israel, como igualmente sucede en todas las enseñanzas que, provenientes de las estrellas, fueron y siguen siendo traídas a la Tierra para la evolución y desarrollo de la humanidad, así en la materia y el ámbito físico como en la energía y el espíritu.                                       

                No sólo hubo patriarcas, reyes, profetas y hombres destacados en el pueblo hebreo. También hubo matriarcas, reinas, profetisas y mujeres que fueron más allá de lo esperado para su género y época, logrando avance y evolución, no únicamente para ellas, sino también para el colectivo en el que cada una encarnó y vivió en su correspondiente experiencia de vida.                       

                   La Era Mesiánica, la Era de la Redención Final, la Era Dorada de Acuario y cualquier otro nombre usado para designar al Mundo Venidero, será una época en la que la Shejiná/Sophia/Ella de los Mil Nombres, recuperará el lugar que le corresponde en la vida y la creación, de forma madura, inteligente y talentosa, individual y colectivamente hablando. Esto habrá de suceder tanto en las mujeres como en los hombres, puesto que se trata de la recuperación soberana de la energía femenina, presente en tod@s como también lo está la masculina, trascendiendo la polaridad femenina-masculino. 

                          En el vídeo que inauguró esta línea de transmisiones:  número 132 de Metamorfosis y Vida con María Ávalon, presenté un panorama general sobre los Misterios Femeninos en la Torah, hablando de las mujeres incluidas en ellos y ofreciendo una resumida perspectiva sobre cada una. Éste, el segundo de la serie, tiene como protagonista a Sarah Imeinu, de bendita memoria, a quien la tradición hebrea considera la primera matriarca del pueblo de Israel. Una mujer que brilló con luz propia, gracias a su mérito, intuición, profunda sabiduría y saber hacer. Imprescindible compañía en la vida de Abraham y del hijo de ambos: Itzjak, que también mantuvo desplegadas sus alas sobre ellos, tras la partida de su alma hacia los reinos superiores.

                         Sarah Imeinu es un ejemplo de vida y un arquetipo universal para tod@s y, especialmente, para las mujeres que conservando nuestra feminidad sagrada, también queremos prosperar externamente, en equilibrio y armonía con nuestros compañeros los hombres, en aras del bien común y del más alto beneficio para la Vida en todas partes. Amén y gracias infinitas.

                             Un amoroso y fraternal abrazo para tod@s,