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LOS MERIDIANOS, LA GLÁNDULA TIMO Y LAS EMOCIONES

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LOS MERIDIANOS, LA GLÁNDULA TIMO Y LAS EMOCIONES

 

                                                                  Los meridianos son líneas energéticas a través de las cuales fluye la energía vital por todos los órganos, sistemas y partes corporales.

                                                                  Cuando el flujo energético está libre en todo el cuerpo, éste está equilibrado, fuerte y sano, así como también cada una de sus funciones, tejidos, células, órganos, etc. Cuando esto sucede, la glándula timo, relacionada tanto con los controles centrales del sistema inmune como con la sana autoestima, estará también adecuadamente activada y en equilibrio. A la inversa también sucede, de manera que tanto los meridianos como la glándula timo interactúan y se retroalimentan unos a otra. Cada meridiano está relacionado con una actitud emocional específica, que puede expresarse de manera positiva, es decir, con una vibración energética elevada y fluida o de manera negativa, es decir, con una vibración energética baja y densa.

                                                                  Cuando nuestro estado emocional es de baja vibración, la actividad de la glándula timo se debilita y con ella la energía vital, deteriorándose también la energía específica del meridiano vinculado a ese estado emocional que, si persiste durante mucho tiempo, aumentará el desequilibrio de los meridianos y de los órganos asociados con esa emoción y, como consecuencia, podrían presentarse síntomas en la fisiología del órgano correspondiente y posteriormente, en caso de no volver a la armonía, incluso podría desarrollarse un proceso físico de mayor importancia. Eso que habitualmente llamamos enfermedades y que, todavía hoy en un alto porcentaje, siguen considerándose sólo de origen físico, tienen que ver con otros aspectos del ser humano como por ejemplo las emociones, aunque no sólo con ellas.

                                                                  La glándula timo, para much@s la auténtica chacra del corazón, es el nexo de unión entre la mente, el espíritu, las emociones y el cuerpo, siendo la primera afectada por las actitudes mentales, las creencias y las emociones de baja vibración, así como también por el estrés psíquico y emocional prolongado. El timo controla y regula la energía vital a través de los meridianos, siendo la llave maestra del sistema energético corporal.

                                                                  Entre las cualidades positivas que fortalecen el timo están las siguientes:

  1.      Fe. Está vinculada al amor. El amor está donde está la fe. Tener fe en la Divinidad, la Vida, el Espíritu, el Universo, la Fuente Creadora…, es entregarse a una Voluntad Superior y ponerse en sus manos.
  2.     Confianza. En ti Divinidad, deposito mi confianza. La Divinidad está tanto dentro como fuera de mí, y es en ambas en quienes confío.
  3.    Gratitud. Es una virtud que predispone a sentimientos internos de agradecimiento por todo cuanto sucede en nuestra vida, especialmente las cosas hermosas pero también las que no lo son tanto, porque todas llevan consigo un regalo que hemos de descubrir y abrir.
  4.     Coraje. Del latín cor: corazón. En la Grecia clásica, se consideraba a la glándula timo una protectora del corazón. Cuando su actividad es elevada y nos encontramos llen@s de amor, tenemos coraje suficiente para hacer frente a la adversidad, coraje y voluntad para pasar de lo negativo a lo positivo, así como para realizar nuestros propósitos sin deternos ante nada ni ante nadie, por muy discordantes que a veces se pongan las situaciones y las circunstancias.

                                                     

MERIDIANOS, EMOCIONES Y GLÁNDULA TIMO.JPG      

                                                             Con estas cualidades podemos crear afirmaciones para activar la energía vital y superar el estrés energético. Por ejemplo: Yo estoy llen@ de amor, fe, confianza, gratitud y coraje. Cuanto más cuidadosa y profundamente comprendamos y absorbamos las palabras incluidas en nuestras afirmaciones, más profundamente integraremos los conceptos que representan y mayor ayuda obtendremos de ellas. Repitiendo estas afirmaciones varias veces al día con entusiasmo y sentimiento auténticos, especialmente cada vez que surjan pensamientos de baja vibración, estimularemos nuestra energía vital, nos sentiremos emocionalmente más fuertes y podremos tomar decisiones más sanas y adecuadas.

                                                         La base de las emociones densas y de baja vibración, como el odio, la envidia, la desconfianza, la inseguridad, los celos, la preocupación, la rabia, la ira, la tristeza, la frustración, el sentimiento de culpa, la vergüenza…, es un miedo profundo, en buena medida adquirido en la infancia y mantenido hasta la edad adulta, a no ser que se haya detectado con anterioridad y se haya trabajado para trascenderlo y superarlo. Desde que el ser humano se separó de la Divinidad y dejó de confiar en el Poder Superior que todo lo alienta y sostiene, el miedo comenzó a ganar terreno, y todavía hoy se sigue usando como medio para mantener a la gente en la ignorancia, la culpabilidad y la falta de libertad. Igualmente, el miedo pudo incubarse en una situación en la que hubo algún riesgo o peligro real y, como consecuencia, quien vivió esa experiencia se quedó condicionad@ por el miedo y lo lleva consigo desde entonces. Otra hipótesis es que el miedo proceda de alguna vida anterior en la que no se afrontó ni transformó. Cuando hay una alta frecuencia de emociones densas, y también de pensamientos, actitudes, palabras y actos de este tipo, las defensas y el sistema inmune se debilitan, también lo hace la glándula timo y, como consecuencia, hay más vulnerabilidad ante cualquier tipo de situación, física o de cualquier otra clase.

                                                             Dada la importancia de la glándula timo respecto al control y el buen estado de nuestra energía vital, de nuestras defensas y también de nuestra autoestima, para sentirnos bien, fuertes y equilibrad@s, es imprescindible mantenerla activa y conectada con nuestras emociones más positivas, sanas y elevadas: amor, alegría, entusiasmo, fe, gratitud, confianza, paz, fortaleza, valor… Cuando el timo está activo y libre, estamos en el camino de la salud y de las elecciones positivas de la vida. Como consecuencia, y como lo semejante atrae lo semejante, ese estado interior de amor, gratitud, confianza, optimismo y fortaleza atraerá hacia sí esas mismas cualidades del exterior, alejándonos de manera natural de las opuestas, que ya no podrán llegar hasta nosotr@s y, en caso de que llegara alguna, sería inmediatamente neutralizada por nuestra energía de alta vibración y se alejaría de nuestro campo energético.

                                                                  En sanación psicoespiritual por arquetipos, la glándula timo es una flor formada por cuatro petalos, cada uno de los cuales tiene forma de corazón, y se relaciona con el sistema de defensas corporales, aunque también con unas buenas defensas psíquicas, emocionales y energéticas, así que es importantísima para mantener y fortalecer la salud. Cuando me formé en esa especialidad de sanación, aprendí una forma muy sencilla y útil de mantener mi glándula timo activa y, con ella, mis defensas y mi autoestima. Se trata de dar unos golpecitos suaves en ella, con los dedos índice y corazón de la mano derecha, dos o tres veces al día. El timo está situado en el centro del pecho, un poco más arriba del corazón físico y de la chacra corazón. Es en ese punto donde damos esos golpecitos.

                                                                  En metafísica, el rayo verde esmeralda está relacionado con la salud, la sanación y la curación. También con la verdad, la fertilidad y la creatividad. Está regido por el Arcángel Rafael, la Madre María y el Maestro Hilarión. El verde no es un color puro sino una mezcla de azul y de amarillo, dos de los tres colores básicos con los que se forman todos los demás. El azul tiene que ver con la Voluntad y el Poder Divinos, mientras que el amarillo o dorado está relacionado con la Inteligencia y la Sabiduría Divinas. De modo que, si visualizamos o imaginamos el color verde esmeralda cubriendo todo nuestro ser, no sólo estamos activando y fortaleciendo sus cualidades sanadoras sino también nuestro poder interior y nuestra voluntad, además de nuestra inteligencia y sabiduría innatas. Somos hij@s de la Fuente Creadora, como quiera que cada cual la llame, y literalmnete hemos sido cread@s a su imagen y semejanza, no es una metáfora ni un símbolo ni una expresión bonita, es la verdad, pero que cada cual escoja y decida si lo toma como cierto o no. Hemos sido cread@s con libre albedrío y eso implica la libertad de pensamiento, sentimiento, palabra, actitud y acción. La experiencia terrena y humana es única para cada un@ de nosotr@s, así como también lo que vivimos en ella mientras estamos aquí. Y experimentar supone tener en cuenta y probar distintas alternativas, para discernir después con cuáles nos quedamos, porque resonamos con ellas y son válidas para nuestra vida, y cuáles descartamos porque, al menos de momento, no lo son.

                                                                  La Madre Naturaleza, como en tantas otras necesidades, también nos provee de multitud de plantas y remedios para fortalecer el sistema inmune y aumentar nuestras defensas como, por ejemplo, el propóleo, la equinácea y la artemisa. Especialmente indicadas para el sistema respiratorio son el llantén, la pulmonaria y la agrimonia.

                                                                  Y para mantener nuestro hogar y lugar de trabajo con una alta vibración energética, nada mejor que la música clásica y, especialmente, por su estrecha relación con el rayo verde esmeralda, todas las obras de Mozart.

                                                                  ¡Dana-ho! ¡Ahavá! ¡Namasté!

 

María Sánchez-Villacañas de Toro

Psicóloga Colegiada M-02604

 

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(C) Texto e imágen: María Sánchez-Villacañas de Toro (12-3-2020). Todos los derechos reservados