dedicado a la evolución del alma

2021 - CREAR LA NUEVA TIERRA Y LA NUEVA HUMANIDAD

AVALON PSICOLOGÍA Y ESPIRITUALIDAD

Escuela para la Evolución del Alma

 

VESICA PISCIS TOURS

Viajes Sagrados y Conscientes

 

 

 

2021

CREAR LA NUEVA TIERRA Y LA NUEVA HUMANIDAD

 

 

                                                                  Antes de nada, quiero comenzar este escrito sobre 2021 dando las gracias a 2020 por todas las maravillosas experiencias, oportunidades, enseñanzas, relaciones, nuevos caminos y bendiciones que me ha regalado. Igualmente le agradezco toda la energía y la luz que me, y nos, ha proporcionado, todas las verdades que ha sacado a la palestra y ha puesto de manifiesto, en lo personal, lo colectivo y lo planetario, sembrando las semillas de nuevas y más portentosas verdades que aún quedan por salir y mostrarse en todo su esplendor, también en esos tres ámbitos mencionados antes: individual, colectivo y planetario, tocando todo cuanto forma parte de la vida humana y terrena: ciencia, política, economía, educación y, muy especialmente, la religión que, sin temor a equivocarme, será el área en la que más destapes, sorpresas y revelaciones habrá, pues ha sido una de las más influyentes en las otras cuatro, y no precisamente para beneficiarlas ni para beneficiarnos.

                                                                  Para mí, que tanto amo viajar y explorar las maravillas que existen en este hermoso planeta llamado Tierra, en 2020 sólo pude estar físicamente en Florencia, la cuna del Renacimiento, así que me dediqué, de manera mucho más profunda que antes, a viajar por los paisajes y las tierras de mi interior, encontrándome en ellas con tesoros que todavía no había descubierto y que me han llevado a poner en marcha nuevos y diferentes proyectos personales y profesionales, nuevos talleres y cursos en los que transmitir todo cuanto es útil para la evolución y el desarrollo del ser humano, en sus facetas terrenas, energéticas y espirituales.

                                                                  De todos los nuevos tesoros encontrados destacaré la pintura, gracias a la cual no sólo estoy potenciando mi creatividad en los ámbitos de mi ejercicio profesional como psicóloga clínica, energética y espiritual, también me está resultando muy útil para mantener todo mi ser sano, joven y fuerte, además de proporcionarme muchas otras alternativas respecto a la manera en que quiero vivir mi vida de ahora en adelante. Nunca hubiera imaginado que iban a salir de mi mano las obras que están saliendo, ni los mensajes que, una vez terminadas, están llegando hasta mí.

                                                                  También doy las gracias, por todo lo vivido y compartido, a las personas que han salido de mi vida durante 2020, y me doy las gracias a mí misma por haber sido yo quien ha salido de la vida de otras, puesto que nuestras energías ya no eran compatibles y nuestros caminos habían de separarse.

                                                                  Muchas otras cosas positivas han sucedido en mi vida a lo largo de todos y cada uno de los 366 días de 2020, así que, a pesar de las apariencias y de lo que muchas personas han pensado y siguen pensando de él, para mí ha sido uno de los mejores años de mi vida y, por consiguiente, uno de los que más vivamente quedará registrado en mi memoria.

                                                                  En lo colectivo y a diferencia de otros años, en 2020 hemos dado por concluida una de las épocas más fundamentales y señaladas en la historia humana, dejando atrás, definitivamente, el tipo de vida que habíamos vivido hasta entonces, realizando la metamorfosis necesaria para que la mariposa que somos, y que también es nuestro planeta, salga volando hacia una nueva Tierra y una nueva Humanidad, esas que llevaban muchos siglos esperándonos y hacia las que ya nos estamos dirigiendo, sin prisa y también sin pausa. Ya no hay marcha atrás. No podemos desandar lo caminado ni regresar al punto de partida en el que nos encontrábamos hace unos meses. Sólo nos queda seguir caminando hacia delante, con los pies bien puestos en la tierra y la mirada alzada a las estrellas, siguiendo la estela de nuestro corazón y la antorcha de nuestra esencia, que sólo pueden conducirnos, y así lo están haciendo, hasta lugares más elevados, divertidos y hermosos de lo que ni siquiera somos capaces de imaginar, porque nunca hemos vivido en tan trascendentales y nuevos momentos. Y lo que comenzó en 2020, seguirá construyéndose a lo largo de 2021 y los años por venir.

                                                                  Varias son las asociaciones energéticas que, teniendo como base la astrología, la kábala, la numerología, la cosmología maya y el tarot, aparecen en la cifra 2021. Cada una de ellas nos ofrece una guía para manejarnos a lo largo y ancho del nuevo año que acabamos de comenzar. Al ser la vida un ciclo continuo, en el que realmente nada empieza y nada termina, sino que todo cambia de forma y de estado para continuar su evolución, todos los días son, simultáneamente, año viejo y año nuevo, fin y principio, muerte y renacimiento. No obstante esto, desde muy antiguo, los seres humanos hemos establecido diferentes fechas para celebrar y tener en cuenta diferentes acontecimientos que se sucedían, y continúan sucediendo, a lo largo de nuestra vida terrena y temporal.

                                                                  Antes de que existieran los calendarios, que no son sino convenciones humanas para manejarnos en el tiempo cronológico del espacio terrestre, la vida giraba en torno a los acontecimientos estelares y terrenos. En los primeros nos encontramos con los ciclos del sol, la luna y las estrellas, especialmente relacionados con los solsticios y los equinoccios. En los segundos, íntimamente ligados a esos cuerpos estelares e inextricablemente influidos por ellos, aparecen los cambios que la Tierra experimenta en distintos momentos de su evolución: calor, frío, lluvia, sequía, crecimiento, muerte, regeneración…, siendo los momentos más señalados de esos cambios los que marcaban el final y el principio de un nuevo ciclo de vida, dando así origen a una cierta forma de organizar el tiempo y el espacio, conocida y vivida por tod@s de una manera natural,  y siempre en conexión con los sucesos terrestres y celestes. En general, llevamos mucho tiempo apartad@s de esos acontecimientos estelares y terrenos, a los que poco a poco estamos acercándonos de nuevo.

                                                                  Veamos ahora qué tienen que decirnos todas esas ciencias mencionadas sobre los códigos y las frecuencias energéticas que la cifra 2021 lleva consigo, y que influirán en todos y cada uno de los acontecimientos humanos y terrenos que a lo largo y ancho de todo este año nos tocará vivir, experimentar, sentir y crear.

 

NUMEROLOGÍA DE 2021

 

                                                                  En el código numérico 2021 nos encontramos con cuatro cifras: 2 – 0 – 2 – 1. El 2 tiene que ver con la polaridad y, por consiguiente, con la división de la unidad en dos partes opuestas y, a la vez, complementarias: el día y la noche, la luz y la oscuridad, el amor y el miedo, el yin y el yang, la izquierda y la derecha, la energía femenina y la energía masculina, etc. El 0 se relaciona con el infinito, el vacío, la nada, el todo, la potencia pura sin forma, el huevo cósmico en el que toda la energía de vida está contenida, antes de comenzar a separarse y diferenciarse para expresarse de múltiples modos. El segundo 2 refuerza las asociaciones de la polaridad. Y por último, el 1 nos pone en contacto con la unidad, con lo indivisible, con el origen y con el comienzo de la manifestación, al ser el primero de los números en los que la energía empieza a tomar forma.  El 1 es autosuficiente, ya que tanto si se multiplica como si se divide por él mismo se queda igual, lo que no ocurre con el resto de los números.  Es, igualmente, el número del liderazgo, de las nuevas ideas, de los inventos originales y novedosos. Los Arcanos Mayores del Tarot asociados con estos números son La Papisa o La Suma Sacerdotisa, para el dos, El Loco para el cero y El Mago para el uno.

                                                                  Por reducción mística, 2021 se convierte en 5, un número relacionado con la vida, el movimiento, la libertad, el libre albedrío del ser humano y, al estar a medio camino en la serie de las cifras elementales: 1-2-3-4 5 6-7-8-9, puede ser versátil, cambiante e inestable. Tiene relación con el resto de los números, ya que se encuentra en el centro de la matriz formada por los nueve primeros dígitos y, por lo tanto, tiene acceso a todos.

                                                                  El cinco rompe con la rutina, el método, la solidez, el inmovilismo y la rigidez del número cuatro. Es una energía jovial, inquieta, nerviosa, que no se lleva bien ni con las rutinas consolidadas y repetitivas ni con la espera. Es, asimismo el número de la primavera, de la salud, del erotismo y de la energía sexual, por su clara alusión a los cinco sentidos. Este número está presente en numerosos actos místicos y simbólicos, además de estarlo en nuestro cuerpo a través de los cinco dedos de cada mano y de cada pie. A escala humana, también representa los cuatro miembros del cuerpo más la cabeza, o los cuatro dedos de cada mano más el pulgar que los hace funcionales. Es el número de la experiencia, derivada del aprendizaje a través del ensayo y del error, precisamente porque no se sujeta a la rutina ni a lo establecido, sino que busca explorar otras alternativas y posibilidades. Es una energía que impulsa a avanzar, incluso aunque no haya una visión clara del camino a seguir ni de lo que se pretenda conseguir. También nos empuja a buscar la libertad, dándonos valor para dejar a un lado lo viejo y sustituirlo por lo nuevo. Lo lúdico, la autosatisfacción en la motivación, el por qué de las cosas, la niña y el niño interior, el entusiasmo, la alegría y la ilusión se relacionan igualmente con el cinco.

                                                                  El 5, una de cuyas imágenes simbólicas es el pentágono o el pentagrama, la estrella de cinco puntas, es una clara alusión a, y representación del ser humano, que tan bien expresó Leonardo Da Vinci en El Vitruvio y que, entre otras simbologías, tiene que ver con la unión del Macrocosmos: el Universo al completo, con el microcosmos: nosotr@s l@s human@s, que hacemos de puente del arco iris entre lo que está sobre nuestra cabeza: lo Divino/Cósmico, y lo que está bajo nuestros pies: tanto en la superficie terrestre como en la intraterrena. Y hacemos de puente entre lo uno y lo otro porque, en nuestro ADN y nuestra composición energética, hay energías tanto estelares y celestes como terrestres. Somos polvo de estrellas, literalmente hablando, al igual que esencias divinas, también de manera literal, a la vez que, para poder estar en el planeta Tierra, tenemos en nuestro cuerpo físico todos y cada uno de los elementos y compuestos químicos de los que su cuerpo está compuesto. Somos aire, fuego, agua y tierra, además de éter, el quinto elemento que cohesiona, anima y da vida a los anteriores. En cuanto a la composición química de nuestra biología, llevamos dentro todos los minerales que Madre Gaia porta en su ser, algunos de los cuales ya están siendo cambiados por otros más acordes con el momento energético y evolutivo en el que nos encontramos y que, de forma fehaciente, nos permite y nos permitirá establecer los cimientos de la Nueva Tierra y de la Nueva Humanidad, esos sobre los que levantaremos el edificio de la Era Dorada de la Luz y del Conocimiento de la Verdad, tanto individual como colectiva y planetariamente hablando.

 

                                                                  El Arcano del Tarot que corresponde al número 5 es El Hierofante, del que hablaré en el apartado siguiente.

                                                                 

ARCANOS MAYORES DEL TAROT DE MARSELLA PARA 2021

 

                                                                  Antes de referirme al Hierofante, el Arcano Mayor del Tarot correspondiente al número 5, hablaré de las dos partes y Arcanos que tiene este año: 20 y 21, ya que son suficientemente importantes en sí mismas para mencionarlas aquí.

 

                                                                  El número 20 y su Arcano Mayor correspondiente, El Juicio, nos acompañarán durante todo el siglo XXI, desde el año 2000 hasta el año 2099, así que su energía y significaciones serán importantes durante todos esos años.

 

                                                                  El Juicio es una energía relacionada con el nacimiento de una nueva conciencia, integrada por la unión en equilibrio de los principios femenino y masculino. Igualmente representa la emergencia de una nueva vida, que se presenta como un anhelo irresistible e ineludible, llamada y anunciada por la trompeta del ángel, el Arcángel Gabriel, el mensajero de la paz y del nuevo ser humano, además de un símbolo de la conciencia suprema a la que tod@s aspiramos. Este arcano también indica y refleja la evolución habida desde el paso por lo más profundo y sombrío del inconsciente, a veces con dolor y en soledad, hacia una nueva vida despierta, resucitando así a la realidad del espíritu, origen y esencia de todo cuanto existe.

                                                                  El Juicio es una llamada poderosa para que nos atrevamos a vivirnos en una nueva dimensión, en una dimensión más elevada y completa. El ángel de esta carta mira de frente, con una trompeta en la mano, simbolizando el anuncio de ese despertar mental, emocional, energético y espiritual al que tod@s estamos llamad@s, invitándonos al descubrimiento de nuestra verdad desnuda, a la vez brillante y bella, requisito imprescindible para la realización suprema de la conciencia, y para el ascenso a una vibración energética más elevada.

 

                                                                  El Arcano Mayor del Tarot correspondiente al número 21 es El Mundo. Es el Arcano que cierra y concluye todo cuanto comenzó en el primer Arcano: El Mago, relacionado con la energía y la vibración del número 1. De modo que, esta parte del año 2021 nos habla de cierres y de conclusiones, de finales y de terminaciones ya que, para comenzar algo nuevo y diferente, primero hemos de deshacernos y despedirnos de lo anterior, aprovechando todas las enseñanzas y experiencias que nos proporcionó, a la vez que dejamos atrás lo que ya no resulta útil, lo que ya no obedece al bien mayor, lo que ya no tiene un fin evolutivo, para poder seguir avanzando y creando nuevas oportunidades, más acordes con las necesidades actuales y lo que de aquí en adelante hemos de materializar en el plano humano y terreno.

 

                                                                  El Mundo nos muestra muchos símbolos. En el centro vemos una figura desnuda andrógina, esa que salía de la tumba en el arcano El Juicio, y que representa lo que nuestra esencia en realidad es: femenina y masculina a la vez, magnética y eléctrica, receptiva y activa, con independencia de que estemos encarnad@s en un cuerpo de mujer o de hombre y de cuáles sean nuestra orientación y nuestros gustos sexuales. Rodeando a esa figura central nos encontramos con cuatro seres, uno en cada una de las esquinas: un ángel, un águila, un toro y un león. Son una representación de los cuatro signos fijos del Zodíaco. El Ángel representa al signo de Acuario, el Águila al de Escorpio, el Toro al de Tauro y el León al de Leo. Dos a dos forman sendos ejes zodiacales: Acuario y Leo por una parte: Ángel y León, Tauro y Escorpio por otra: Toro y Águila. La energía zodiacal fija es la que consolida y da forma material a todo cuanto ha sido iniciado por la energía cardinal, que es su predecesora. Para la Kabalah, otra ciencia sagrada que también se relaciona con el Tarot y con la Astrología, esos cuatro seres son las Cuatro Santas Criaturas que tiran del Carro Divino. El Carro Divino no es otro que nuestro propio Cuerpo o Vehículo de Luz, en el que va subida nuestra esencia, viajando por todas las dimensiones y planos de la existencia.

 

                                                                  En cuanto al Hierofante, el Arcano Mayor correspondiente al número 5, también llamado El Papa y el Pontífice, tiene que ver con la capacidad mediadora, esa que establece puentes de unión entre ideas, personas, experiencias, acontecimientos, comunicando unas con otras y encontrando la forma de que vayan al unísono y enfocadas en un bien común y mayor que el propio bien personal, aunque éste es igualmente necesario para que los grupos se desenvuelvan de forma elevada y coherente. Saber hacer esto es una forma de magia y, mejor aún, de alquimia, de ahí el calificativo de Hierofante, en el sentido de saber sacar lo mejor de todo y de reconvertir lo que no es tan positivo. Como Pontífice, hace de puente entre los opuestos, de mediador, de tercer polo surgido de la comunicación entre los extremos, buscando unirlos, integrarlos y trascenderlos, para alcanzar esa tercera alternativa que lleva consigo lo mejor de cada una de las polaridades. El Pontífice también hace de puente entre lo superior y lo inferior, entre la Divinidad y la humanidad, entre lo que está sobre nuestra cabeza, lo que está dentro de nosotr@s y lo que está bajo nuestros pies.

                                                                  Como Papa ejerce funciones de guía y de intermediario entre el Cielo y la Tierra, no para dirigir la vida de nadie sino para mostrar, con su ejemplo vivo, cómo se puede vivir en la humanidad y la materia manteniendo la conexión con la divinidad y los reinos sutiles, cómo compaginar y expresar tanto nuestra parte esencial como nuestra parte material, nuestro ser superior y nuestra personalidad terrena o ego, percibiendo todo lo terrestre y cotidiano como un camino de regreso hacia lo celeste, que siempre ha de estar presente en nuestra vida, puesto que es lo que en verdad somos. Aporta un ideal y, aun permaneciendo en la materia, muestra e indica con certeza un camino hacia una dimensión más elevada que la puramente terrestre.

 

                                                                  En sus tres acepciones y funciones: Hierofante, Pontífice y Papa, este Arcano nos habla también de maestría, de iniciación, de conexión permanente con lo superior, dentro y fuera de nosotr@s mism@s, de búsqueda de la guía interna que nos muestre los objetivos y propósitos de nuestra vida, esos que sólo encontramos uniendo, grado a grado y escalón tras escalón, la personalidad con la esencia, el cuerpo con el espíritu, lo material con lo sutil, lo terreno y lo humano con lo divino, celeste, estelar y cósmico, convirtiéndonos en una unidad, en una estrella de cinco puntas que brilla con luz propia y que lleva esa luz por dondequiera que va, compartiéndola con el resto de estrellas con las que se encuentra en su camino, de forma natural y sin pretender hacer proselitismo. 

 

2021 EN LA RUEDA ZODIACAL

 

                                                                  En la Rueda Zodiacal, el número 5, la reducción mística de 2021, está relacionado con el signo de Leo y la Casa V, regidos ambos por el Sol como regente consciente, y por la Luna como regente inconsciente.

                                                                  Leo y la Casa V hacen eje con Acuario y la Casa XI, de modo que estas dos energías igualmente estarán presentes e influyendo a lo largo de todo este año. Leo representa el fuego ardiente del corazón, mientras que Acuario representa el aire frío de la mente. Ambas energías han de caminar unidas para que se active en nosotr@s el poder interno de la mente superior, esa que no sólo tiene en cuenta lo racional y lo intelectual sino también lo sentimental, creativo e intuitivo. La mente superior surge de la unión equilibrada y perfecta de las funciones de los dos hemisferios cerebrales: relacionado uno con la energía masculina del intelecto y la razón, mientras que el otro lo está con la energía femenina de la intuición y la sabiduría, que van más allá de la información y se convierten en conocimiento. Cuando tenemos en cuenta, desarrollamos e integramos todas las polaridades, junto con las funciones propias de cada uno de los lóbulos cerebrales, ambos hemisferios actúan al unísono, favoreciendo la activación del puente antakharana, también llamado puente del arco iris.

                                                                  El Sol representa la personalidad terrestre, y también la esencia estelar y celeste, que hemos venido a expresar y manifestar en la dimensión de la humanidad y de la materia, y que no podríamos llevar a cabo si no existiera una entidad terrena para expresar esa esencia que somos. En el sistema solar en el que Tierra orbita, el Sol es la estrella más brillante, la que proporciona más luz y calor, así que esas cualidades dadoras de vida y de poder interno estarán presentes a lo largo de todo este año, individual, colectiva y planetariamente. Durante 2020 llegaron muchas energías nuevas procedentes del Sol, y cabe esperar un incremento de esas frecuencias energéticas en 2021. Es imprescindible que así suceda, tanto para que sea iluminado el nuevo camino que estamos creando y estableciendo, como para que sean descubiertas y destapadas muchas más verdades de las que fueron desveladas en el año anterior. Para eso, además de la luz solar, es necesaria la capacidad aérea de Acuario y de Urano, los despertadores astrológicos que, con su potente energía amante de la luz del conocimiento y de la verdad, quitan del medio los velos que los ocultan, sin paños calientes ni contemplaciones, tanto si nos apetece que así sea como si no.

                                                                  Acuario y Urano son las energías de lo nuevo, de lo original, de lo que nunca antes se hizo ni se conoció, de los imprevistos, de las sorpresas y de la innovación. Igualmente representan la fraternidad, la igualdad y la libertad, esas hermosas cualidades y modos de comportamiento que intentamos instaurar después de la revolución francesa, y que será a partir de ahora cuando verdaderamente podremos establecer los cimientos firmes y seguros de ese maravilloso edificio que nos reconocerá a tod@s por lo que realmente somos y aportamos a la colectividad, mucho más que por lo que tenemos, como sucedió en las centurias anteriores. La tecnología es otro de los puntos fuertes de las energías uranianas y acuarianas, pero no una que doblegue y esclavice a los seres humanos, teniéndolos bajo su control, sino una que esté regida por el corazón, por lo que realmente es bueno y adecuado para tod@s. Una tecnología que facilite la realización de todas las tareas rutinarias, y que a la vez sea respetuosa con todas las formas de vida y con la Madre Tierra, permitiéndonos estar libres y dedicad@s a nuestras pasiones, talentos y capacidades creativas, a la vez que con tiempo suficiente para llevar a cabo todo aquello que nos mantiene san@s, jóvenes, fuertes y que también nos permite cultivar y desarrollar nuestro ser, contando también con tiempo para viajar, estar con nuestra familia, nuestras amistades y un largo etcétera de posibilidades.

                                                                  Como digo siempre, las energías están ahí, de hecho siempre estuvieron, mas somos nosotr@s mism@s quienes hemos de ir hacia ellas, recibirlas, integrarlas en nuestro ser y, después, comenzar a utilizarlas para hacer los cambios que sean necesarios, de cara a crear esa nueva vida más humana y favorable a todos los seres que tanto anhelamos, y que depende de nosotr@s hacerla realidad, en lo individual y lo colectivo.

                                                                 

2021 EN EL ÁRBOL KABALÍSTICO DE LA VIDA

 

                                                                  En el Árbol Kabalístico de la Vida, los veintidós senderos que unen las diez esferas de las que consta, pueden agruparse en familias. El sendero 5, relacionado con el Arcano V El Hierofante, forma familia con el sendero 14, vinculado al Arcano XIIII Templanza.

                                                                  Hokhmah y Jésed son las esferas que une el sendero 5, mientras que Tiféret y Yesod son las que están vinculadas por el sendero 14. Hokhmah tiene que ver con la sabiduría y Jesed con el amor expansivo y la misericordia. Tiféret representa al yo esencial y Yesod al yo terrestre.  Hokhmah está regida por Urano y Jésed por Júpiter, mientras que de Tiféret se encarga el Sol y de Yesod la Luna.

                                                                 

2021 EN LA COSMOLOGÍA MAYA

 

                                                                  El Anillo Maya de la Tormenta Lunar Azul, que comenzó el 26 de julio de 2020, estará presente hasta el 24 de julio de 2021. El 25 de julio será el Día Fuera del Tiempo y el 26 comenzará un Nuevo Anillo Maya: El Anillo de la Semilla Eléctrica Amarilla, cuya energía nos acompañará hasta el 24 de julio de 2022.         

                                                                  Al 1 de enero de 2021, Kin 160, le corresponde la firma galáctica Etnab Ho: Espejo Entonado Blanco, que está dentro de la Onda Encantada 10 del Mago Blanco. El Oráculo de la Quinta Fuerza para este día es éste: Kin Destino: Etnab Ho: Espejo Entonado Blanco. Kin Análogo: Imix: Dragón Rojo. Kin Oculto: Akbal: Noche Azul. Kin Antípoda: Lamat: Estrella Amarilla. Kin Guía: Cimi: Enlazador de Mundos Blanco. Este primer día del año tiene a Berkano, la runa de la fertilidad, como energía asociada. Dicha fecha del calendario gregoriano está dentro de la Luna Rítmica del Lagarto y es el día número 20 de la Semana Azul, una de las cuatro en que se divide cada luna o mes maya. Los dos lemas de esta semana son: La Paciencia transforma la conducta y La Iluminación completa la evolución de la profecía.

                                                                 

TRÁNSITOS PLANETARIOS DEL 1 DE ENERO DE 2021 A LAS 00:00 HORAS DE ESPAÑA PENINSULAR

                                                                  Los planetas, como cuerpos energéticos y vivos que son, están en continuo movimiento y recorriendo los diferentes signos y casas de la Rueda Zodiacal. Unos se mueven de forma más rápida y otros más lenta. A veces retrogradan y a veces permanecen estacionarios pero, aun en estos períodos de estacionamiento, su esencia siempre está en continua evolución y transmutación, como sucede con todo cuanto tiene vida, en el plano de la Tierra y en todos los demás. Como es arriba, así es abajo. Esos movimientos planetarios se llaman tránsitos en lenguaje astrológico.

                                                                  Pues bien, los tránsitos planetarios para el viernes 1 de enero de 2021, a las 00:00 horas (horario peninsular español), son los siguientes:

 

  1.     Sol a 10º 44’ de Capricornio
  2.     Mercurio a 17º 38’ de Capricornio
  3.     Plutón a 24º 11’ de Capricornio
  4.     Saturno a 01º 47’ de Acuario y conjunto a Júpiter, que está a 02º 46’ de ese mismo signo
  5.     Neptuno a 18º 28’ de Piscis
  6.     Quirón a 05º 03’ de Aries
  7.     Marte a 07º 20’
  8.     Urano retrógrado a 06º 47’ de Tauro y conjunto a Lilith, a 07º 48’ del mismo signo
  9.     Nodo Norte a 18º 51’ de Géminis
  10.     Medio Cielo a 22º 47’ de Géminis
  11.     Luna a 02º 11’ de Leo
  12.     Ascendente a 23º 45’ de Virgo
  13.     Nodo Sur a 18º 51’ de Sagitario y en conjunción con Venus a 20º 21’ del mismo signo

 

DÍA DE LA SEMANA PARA EL 1-1-2021      

 

                                                                  2021 nació en viernes, el día de la semana regido por el Rayo Oro Rubí, que está comandado por el Señor Sananda y la Señora Nada, Jesús de Nazaret y Myriam de Magdala en su última encarnación terrena. También están a cargo de este rayo los Arcángeles Uriel y Aurora, además de los Elohim Paz y Aloha. El oro rubí está formado por la unión del dorado y el rojo. El dorado representa la inteligencia y la sabiduría divinas, y el rojo el amor divino.

                                                                  El Rayo Oro Rubí tiene que ver con el servicio, la devoción y la religión, no en el sentido de un dogma o unas creencias establecidas, sino en el de volver a unir lo que antes estaba separado. Esto tiene dos partes que se convierten en una. La primera es religarnos con la divinidad que somos y, por extensión, con la Divinidad presente en todo. La segunda es religarnos entre nosotr@s, sin diferencias de género, etnia, color de piel, procedencia, cultura…, y también con el resto de evoluciones con las que compartimos la vida en el planeta Tierra, incluidos los seres elementales, lo microorganismos, las bacterias, los virus…, ya que todas ellas son nuestras hermanas.

                                                                  Este segundo religar también va dirigido al planeta como ser vivo, cuya conciencia es Gaia, Amada Virgo en los planos internos, y no un mero conjunto de gases o materiales. Una vez nos hemos unido, nunca atado, a la divinidad y la Divinidad, de manera natural y simple sucede la unión con todo lo que es. Sería imposible que fuera de otra forma. Todo empieza en mí, se manifiesta alrededor y vuelve a mí de nuevo. Nada va de fuera adentro. Todo va de dentro hacia fuera.

                                                                  La devoción no es adorar a dios@s, sant@s, maestr@s o similares. La devoción es entregarnos en cuerpo, mente, corazón, alma y espíritu a la vida, y a todo cuanto hayamos de hacer en ella, poniendo toda la pasión, el amor, la alegría, la confianza y la ilusión que podamos, dedicándonos a ello con perseverancia y constancia, sin abandonar a las primeras de cambio, ni siquiera si hay críticas y rechazos por parte de otras personas.

                                                                  Y en cuanto al servicio, se trata de tener presente que, con nuestra vida completa, estamos sirviendo al Todo, es decir, estamos siendo útiles a la Vida Única en todas partes. Servir no significa ser sierv@ de otra persona, de una organización o de una idea. Servir es ponernos a disposición de la vida, escucharla atentamente, y hacer aquello que en nuestro corazón sintamos que hemos de hacer. Nuestro servicio tiene que ver con nuestros talentos, capacidades y virtudes que, cuando son reconocidos, usados y materializados, le dan a la comunidad lo que verdaderamente somos y lo mejor de nosotr@s mism@s, y sin lo cual la vida en su conjunto se quedaría corta e incompleta. Y para saber en qué podemos prestarle nuestro mejor servicio a la vida, de nuevo tenemos que ir hacia dentro, meditar, reflexionar, buscar y escudriñar en lo más profundo de nuestro ser para encontrarlo.

                                                                  El viernes recibe su nombre del planeta y la diosa romana Venus, conocida como Afrodita por el pueblo griego clásico y como Noga por las enseñanzas kabalísticas. Junto con Mercurio, Venus es el planeta más cercano al Sol central del sistema solar en el que Tierra orbita, motivo por el que su influencia es muy importante para el planeta y todo cuanto habita en él. Afrodita/Venus es la diosa del amor, la belleza, el placer terreno y el disfrute de la vida, el presente, el aquí y el ahora y de todas las formas de expresión artística. Es el planeta que rige conscientemente a Tauro y a la casa dos, y a Libra y a la casa siete de forma inconsciente. Esotéricamente, Venus rige a Géminis y a la casa tres. Lady Venus y Sanat Kumara son los regentes de este planeta, así como los encargados de que el tipo de vida que allí se vive, llegue a la Tierra.

                                                                  Como arquetipo, Afrodita/Venus es una diosa alquímica y transformadora, ya que no hay nada que transforme, sane, supere, resuelva, regenere y resucite de una forma más profunda que el amor. Aunque el tipo de amor que ella promueve, expresa y ayuda a cultivar es un amor terreno y, por lo tanto, muy relacionado con los sentimientos y las emociones puramente humanas, tan a menudo sujetos a condicionamientos y malos entendidos, antes de poder sentir el amor en una octava superior y en toda su magnitud de incondicionalidad y unidad, algo para lo que tendremos que recurrir a Neptuno y Piscis, hemos de comenzar por sentir nuestras emociones y por amar a la manera en que Afrodita/Venus lo hace.

                                                                       Las comunidades esenias del Monte Carmelo, el Lago Mareotis y Qumrán, a las que Jesús y Myiam pertenecían, tenían una trinidad para cada día de la semana, con la que conectaban y realizaban sus tareas cotidianas, incluidas la contemplación y la meditación. Esa trinidad estaba formada por una comunión matutina, la contemplación de uno de los siete aspectos esenios de la paz y una comunión vespertina. En cuanto al viernes, primer día de 2021, éstas eran las tres energías que tenían presentes y en cuenta:

 

  1.    Comunión (común-unión) matutina con el Ángel del Aire, relacionado con la respiración y las energías de la atmósfera
  2.     Contemplación de medio día: Paz con el cuerpo actuante
  3.     Comunión (común-unión) vespertina con el Padre Celestial

 

 

                                                                  Todas y cada una de estas energías nos acompañarán a lo largo y ancho de todo el año 2021, estarán presentes y disponibles desde las cero horas del 1 de enero, hasta las veinticuatro horas del 31 de diciembre. Sin embargo, será cosa nuestra manifestarlas, hacerlas realidad, precipitarlas y desarrollarlas en el ámbito de la humanidad y la materia, tanto individual como colectiva y planetariamente. Confiando en que así sea,

 

                                                                      

¡¡¡LEVANTO MI COPA, AQUÍ Y AHORA,  AGRADECIENDO LAS 365 OPORTUNIDADES QUE EN 2021 NOS DAREMOS, PARA FORTALECER LA LUZ, EL AMOR, LA SABIDURÍA Y LA PAZ DENTRO Y FUERA DE NUESTROS CORAZONES, HACIENDO DE LA TIERRA UN HERMOSO Y SANO HOGAR EN EL QUE VIVIR, MIENTRAS EXPRESAMOS LO QUE REALMENTE SOMOS: RUTILANTES ESTRELLAS ETERNAS, TEMPORALMENTE VESTIDAS DE SERES HUMANOS!!!

¡DANA-HO! ¡AHAVÁ! ¡NAMASKAR!

 

 

 

 

María Sánchez-Villacañas de Toro

Psicóloga Colegiada M-02604

 

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© María Sánchez-Villacañas de Toro (Madrid, 3 de enero de 2021)