ARTE ESPIRITUAL Y SIMBÓLICO

AVALON PSICOLOGÍA Y ESPIRITUALIDAD

Escuela para la Evolución del Alma

ARTE ESPIRITUAL Y SIMBÓLICO

Una de las muchas maneras en las que podemos comunicar con, y desarrollar, nuestra esencia espiritual es a través del arte, en todas y cada una de sus manifestaciones: danza, música, pintura, escultura, escritura, poesía… Al lograr esa comunicación con nuestro interior más profundo, igualmente podemos conectar con otras dimensiones, planos y lugares, tanto terrenos como galácticos y cósmicos, estableciendo así contacto con las energías luminosas, amorosas, elevadas y sabias que los habitan. Gracias a ello, seremos guiad@s y orientad@s por esas energías que están más allá de la vida material, haciendo posible una existencia terrenal diferente y nueva, llena de conexión espiritual, alegría, paz, amor, prosperidad, abundancia material y demás cualidades de alta vibración, que forman parte de nuestro código genético, y nos han sido entregadas para que disfrutemos al máximo posible la encarnación humana, cada vez que decidimos vestirnos con el traje espacial de carne, huesos, sangre y piel, necesario para viajar a la nave Tierra y continuar en ella el viaje de evolución y maestría de nuestro ser.

La creatividad y la capacidad artística, están presentes en todos los seres humanos, aunque no siempre estén reconocidas ni desarrolladas, por el excesivo énfasis que la educación y la cultura pusieron en el intelecto y la razón, considerando de menor importancia otras habilidades, que no sólo son igualmente significativas sino también necesarias para un desarrollo verdaderamente humano y no sólo intelectual.

Estamos en una era en la que el paradigma tiempo-trabajo ha de ser sustituido por el modelo tiempo-arte, de tal manera que, cada vez más y de manera más profunda, tendremos la oportunidad de soltar para siempre la relación entre el esfuerzo y la abundancia, dedicándonos a vivir nuestra vida con arte y siendo creativ@s, en cualquier ámbito, y obteniendo el sustento material que cubra todas y cada una de nuestras necesidades, físicas y metafísicas, intelectuales y emocionales, evolutivas y de relación, mientras seguimos evolucionando como los seres espirituales eternos que somos, y reconvertimos a la Tierra en el bello paraíso que está destinada a ser y que en épocas anteriores fue.

Para llegar a ese objetivo, el arte y la creatividad han de ser talentos y dones a reconocer, potenciar, desarrollar y expresar. Lo mismo ha de suceder con la conexión que, a través de él, se produce con la esencia espiritual que somos y que también preside la vida en todas partes, sea como sea que ésta se materialice y manifieste. Por ello, la expresión artística no es sólo una manera de conectar con la creatividad y plasmarla en un cuadro, una composición musical, una poesía, un tejido, una danza o cualquier otra obra. Es también un maravilloso, divertido y excitante viaje interior, que nos llevará por los más variados y profundos paisajes y pasajes de nuestro ser, haciendo posible una comunicación fluida y directa entre el inconsciente y la consciencia, imprescindible no sólo para el autoconocimiento, sino también para la transformación, la evolución, la sanación, la individuación y el éxito, en todas y cada una de las áreas de la vida.

Como decía Jung, mientras no hacemos consciente nuestro inconsciente, éste lleva la dirección de nuestra vida, y a todo cuanto a lo largo de ella nos sucede le llamamos destino creyendo, equivocadamente, que nada podemos hacer para resolverlo, superarlo y modificarlo. En cambio, a medida que vamos siendo conscientes de lo que había permanecido oculto en el baúl de nuestro ser, lo aceptamos como propio y lo iluminamos con la luz de la consciencia, no sólo iniciamos el camino de convertirnos en el ser único e individual que somos y hemos de llegar a ser, también comenzamos a tomar las riendas de nuestra vida de un modo diferente, haciéndonos cada vez más responsables de ella y ejerciendo, hasta donde nos es posible, nuestro poder interior, nuestra voluntad y nuestra libertad para crearla y construirla de acuerdo con los propósitos e intereses de nuestro ser, en vez de hacerlo según los modelos y los paradigmas externos.

El arte es, precisamente, una manera de hacer consciente el inconsciente, ya que éste se maneja con símbolos, colores, formas, energías y arquetipos que, al ser traídos a la luz de la consciencia, nos proporcionan una extraordinaria información sobre nosotr@s mism@s, sea como sea la calidad de la obra realizada, ya que lo más importante es la manera en que ese producto que emerge, nos da a conocer lo que antes estuvo oculto, sanándonos y ayudándonos a liberarnos de obstáculos y dificultades. En cuanto esos talentos, dones, capacidades e intereses que estuvieron escondidos y sin reconocer comienzan a ver la luz, ya estamos dando el primer paso para el cambio hacia algo nuevo, interno y externo, que siempre son posibles, sea cual sea el estado en que nos encontremos y la edad que tengamos.

Mi conexión con el arte como forma de comunicación con mi ser, cuenta ya con varios años de existencia y comenzó coloreando mandalas. Hacerlo me hacía disfrutar muchísimo, ya que mi relación con los colores, y mi interés por ellos, es una facultad presente en mí desde la infancia. Los distintos tonos que empleaba, y las estructuras de esos mandalas, también eran simbólicamente muy significativos para mí, además de que, mientras coloreaba de forma concentrada y disfrutando de la combinación de los colores, lograba permanecer tan enfocada en la tarea, que fluía con ella y me quedaba por completo fuera del tiempo y del espacio, entrando en un estado energético que después, cuando terminaba de pintar, me proporcionaba gran cantidad de información, tanto para mi vida como para mi labor profesional.

Con frecuencia, mientras ponía color a esos dibujos, pensaba en lo mucho que me gustaría crear mis propios mandalas y no sólo pintarlos. Fue a principios de 2017 cuando di ese paso hacia delante. Unos meses después, al entrar en la revolución solar de ese año, la conjunción de la Luna con Lilith en el signo de Sagitario y en la casa nueve de esa carta astral anual, comenzó a fortalecer y expandir esa capacidad que, a día de hoy, me está llevando más lejos de lo que nunca hubiera podido imaginar. Tanto, que yo misma me sorprendo de todo lo que, desde entonces, ha salido y sigue saliendo de mis manos, de mi corazón y de mi mente que, además de proporcionarme un autoconocimiento cada vez más profundo, también es un medio para mantenerme sana, contenta, próspera, abundante, confiada y conectada con mi ser esencial, cada vez más receptiva a sus mensajes, orientación y planteamientos, fortaleciendo también otras capacidades relacionadas con el ámbito sutil y energético de la vida, como la telepatía y la canalización, gracias a los códigos y las frecuencias energéticas contenidas en mis pinturas, y que recibo mientras las realizo.

Sé que esta faceta artística y de desarrollo espiritual no es sólo para mi beneficio personal y profesional. Es también para compartir. Por ello, y además de haber creado un taller para enseñar a unificar el arte y la espiritualidad, del que encontrarás información en este mismo sitio web, también es posible adquirir las distintas obras que realizo y que abarcan varias categorías: retratos de seres de luz, de diosas y dioses, de espíritus elementales, de seres estelares; símbolos de transformación y evolución, para desarrollar la percepción sensorial plena, de conexión con las dimensiones superiores o para potenciar las chacras y sus funciones; geometría sagrada… Una tercera alternativa de mi faceta artística es la realización de retratos y obras personalizadas como, por ejemplo, un mandala, una composición simbólica, el retrato del ser de luz con el que la persona se sienta más unida, e incluso también de su guía personal. Esta alternativa va siempre acompañada de un mensaje escrito. Casi siempre, tanto la obra como la información adicional están relacionadas con una o varios de estos asuntos: los talentos que la persona ha de reconocer y expresar, los propósitos y objetivos que ha venido a realizar en esta experiencia de vida, el linaje al que pertenece, tanto terrestre como celeste, los cambios que ha de realizar para hacerse cargo de su poder interior y dirigirse hacia su mayor potencial o dónde está el sendero vital más directo y sencillo hacia una vida espiritualmente guiada, exitosa y feliz. En ocasiones, el mensaje también indica qué ha ser sanado, recordado, liberado, tomado, transformado…, para que esa existencia nueva se pueda materializar.